También conocido como “perfil ideal” o “cliente ideal” el “Buyer persona” realmente es un ser ficticio creado por nuestra propia imaginación, igual de real como el mismísimo “Chupacabras”.

Si bien Facebook nos puede brindar datos demográficos como género, edad, lugar de residencia, situación sentimental, etc. realmente nosotros estamos suponiendo e idealizando un perfil comprador que no existe.

Estamos imaginando que X persona es un padre de 63 años que trabaja 15 horas al día, que le gustan los zapatos, los gatitos, las camisas negras, los deportes extremos y que además es miembro activo de los “Avengers” en su tiempo libre.

Cuando perfilamos cometemos el error de híper segmentar y generar este personaje irreal e imaginario, y lo que es peor aún, cometemos el sacrilegio de intentar venderle a este ser ficticio pensando que esto es lo mejor que podemos hacer, pero, ¿lo es?, ¿Realmente tenemos la capacidad y conocimiento para saber que ese perfil es el comprador ideal de nuestro producto sin ninguna duda?, ¿Sin antes siquiera probar u testear las audiencias?, la respuesta es que no, nosotros podemos suponer u inferir muchas cosas acerca de cierto perfil que compra determinado producto o servicio, pero nunca podremos saber esto a ciencia exacta, debido a que los seres humanos somos seres muy complejos y diferentes, y dado a nuestra condición de experimentar la vida dentro de nuestra singular subjetividad es que nos resulta imposible encontrar de un inicio al comprador ideal.

Por otro lado, lo que si podemos hacer es segmentar de una forma más generalizada para así ir buscando en una bolsa de audiencias un perfil real de compra, y así ir aprendiendo a medida que el pixel va encontrando un patrón en toda esta gente que va interactuando con nosotros y con nuestros anuncios, pero lamentablemente en ocasiones caemos presos de nuestra propia subjetividad y de nuestros propios estereotipos, y así es como salimos perfilando en busca de este ser mitológico y a medida que van pasando los días nos cae un balde de agua fría en la cabeza por no tener ventas, y esto nos hace preguntarnos ¿por qué no estamos teniendo resultados?.

Primero que todo debemos entender que no podemos venderles a las personas que no nos conocen, se requiere de varios impactos publicitarios orientados a los diferentes niveles de consciencia que tiene un ser humano a la hora de comprar, y así hacerlos viajar de una manera agradable a través de las distintas fases que tiene un embudo de ventas. Con el mensaje adecuado para cada fase, no solo vamos a hacer que nos conozcan, sino que los vamos a ir convenciendo de una manera no disruptiva de que nos compren.Realmente si deseamos encontrar a nuestro Cliente, deberíamos ir perfilando a nuestro perfil comprador a través de las diferentes bolsas de audiencias que nos puede ofrecer Facebook, y así ir testeando que audiencia recibe mejor el mensaje que nosotros queremos brindarle y cual audiencia tiene la mejor aceptación por nuestro producto, servicio, marca, o lo que sea que queramos vender.

Es a través de los datos que podamos recolectar de nuestros propios embudos de ventas, es como vamos a encontrar al verdadero cliente interesado que quiera comprar lo que sea que estemos vendiendo.

Escrito por Juan Vidal, Copywriter Mindketing.